Durante los últimos años, se ha extendido cada vez más el renting frente a la compra de vehículos.
Esto es,
alquilar a medio o largo plazo un vehículo para satisfacer los transportes que la empresa necesita, ya sea solo
para trabajadores o alquilar vehículos de mayor tamaño para el
transporte de cargas. A continuación te planteamos algunas de las diferencias entre alquilar y comprar un vehículo:
- Si queremos comprar un coche, habrá una importante inversión inicial. En cambio, el renting supone pagar una cuota mensual sin necesidad de un gran desembolso inicial. En cuanto a los trámites que se requieren, en Malco Rent a Car nos encargamos de todo: revisiones del vehículo, cobertura de averías, seguro, impuestos, ITV, etc. Todos estos gastos ya están incluidos dentro de la cuota mensual que se debe pagar por el automóvil.
- Otro aspecto muy atractivo es la deducción de hasta el 100% del IVA para las empresas que alquilan los vehículos en vez de comprarlos. Además, se puede disponer de un coche nuevo cada cierto tiempo.
- A diferencia del renting tradicional, se ha extendido durante los últimos una nueva posibilidad: el renting flexible, que tiene una serie de beneficios en comparación con el tradicional. Algunos de estos son los vehículos personalizables (se pueden añadir o quitar accesorios con el fin de obtener un vehículo adaptado a medida a las necesidades del cliente), la duración del contrato marcada siempre por el usuario, la falta de permanencia (no existe penalización en caso de tener que devolver el vehículo antes de la fecha prevista) o el kilometraje variable que fluctúa acorde al ritmo de transportes de la empresa.
Desde Malco Rent a Car lo tenemos claro: el renting flexible es la mejor opción. ¿Estás interesado/a? ¡Contacta con nosotros para saber qué opción es mejor para tu empresa!
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